«La retórica de la servilleta»

Esta tarde me he encontrado una servilleta en el suelo, estaba a pocos metros de la puerta de mi casa, me ha extrañado porque no hay ningún bar, lo suficientemente cerca, como para que la hubiera arrastrado el aire, lo cual me ha hecho pensar en varias hipótesis: se le había caído a alguien o alguien la había tirado tras desahogarse en ella.

Era un servilleta-lija, de esas que en vez de secar o limpiar, hacen la función de una piedra pómez. Pero no quiero centrar la atención en el tacto de la misma, ese no es el quid de la cuestión, concretamente, me he enamorado de su caligrafía y de las letras que formaban un par de palabras, que parecían no tener mayor importancia que la de una anotación para la lista de la compra. El caso es que me he detenido, tentada por los excepcionales trazos de su personalidad y, entonces, lo he podido leer: “almas gemelas” habían escrito.
Sin asumir el rol de una experta grafóloga me aventuro ahora a descifrar lo que he percibido de esa letra sencilla, pero sumamente atractiva; era como digo muy bonita, desde luego, mucho más que muchas de las que he visto, por no hablar que superaba abismalmente a la estética de la mía propia, atribuible sin lugar a dudas a un infantil rótulo de Halloween.
Deduzco que era de una mujer, por su pincelada redondeada, jugando con el espacio en blanco a su antojo y muy firme, capaz de enlazar las vocales con las consonantes con gracia, reverenciando que se trata de una de esas personas que no dejan las cosas a medias, ellas siempre terminan lo que se proponen. Sus finales marcados en la letra “l”, sus trazos rectos y regulares de la “g” junto con los perfectos puentes de la “m” me confirmaban un carácter ágil y racional que, lejos de la torpeza de las torceduras, anunciaban una mujer preñada de pasión que se desquitaba en el vacío de un papel, con un anhelo: el de despojarse de una duda antropológica, ¿existen las almas gemelas? ¿Las predestinaciones? ¿Los “tal para cual” y los “para siempre” en una misma frase?

Creo que ella, (porque estoy segura de que era ella y no él quien lo ha escrito), con sus palabras me ha cogido de la mano para mostrarme este interrogante, porque es justo ahí donde puedo empezar a descifrar la retórica de la servilleta.

“Almas gemelas”, ese era el único contenido, así, sin apellidos ni aposiciones que me dieran huellas que seguir, pero con una solemne pista: el trazo se repetía, como si quisiera debatirse entre si lo tachaba o lo remarcaba, había escrito muchas veces cada letra, como cuando estás al teléfono y tomas una nota y, sin quererlo, la repasas una y otra vez y, sólo al colgar, te percatas del grosor de tus palabras en el papel. Esta repetición casi enferma me presentaba un realidad incómoda para su autora; como una mueca en la cara o un piropo a deshora. Esta amiga anónima nos ha descrito la angustia reiterativa de sus pensamientos, en busca de la cordura que ha perdido junto con su serenidad. Ella que no creía en el amor ni en las medias naranjas… ¿Por qué se pregunta ahora sobre la existencia de las almas gemelas? Acaso, ¿se ha enamorado, siente mariposas en el estómago o no es más que otra infeliz que busca el consuelo porque un príncipe sin corona le ha roto su inexperto corazón?

Nunca lo sabré, pero por si el azar quiere ponerse de nuestro lado, pienso contestarle en una carta y se la depositaré en el mismo lugar dónde me topé con la servilleta. Mis palabras serán:

«Querida, no hallo respuesta para tu servilleta, pero sé que tú misma te contestarás, no con tu verbo, sino con tu propia experiencia. “Lo que tenga que venir… vendrá.” Como ya sabrás, algunos tienen la suerte de encontrar muy pronto a esas personas que le complementarán el resto de su vida, otras tardan un poco más y otras, sencillamente, están solas, ya sea por decisión propia o por falta de adaptación. Con esto quiero decirte que no es triste vivir buscando esa otra media parte de tu alma, lo triste es dejar de intentarlo. Por otro lado, las teorías son incongruentes, si atendemos a Platón y a su “Teoría de la Reminiscencia” podemos aprender que conocer es recordar, porque para él todos hemos tenido una vida anterior a la terrenal, que es, precisamente, donde conocemos a nuestra pareja perfecta.
Del mismo modo, si escuchamos la voz de escritores o románticos como Paulo Coelho pensarás que “el destino une a las personas en un tiempo indefinido”, de modo que tarde o temprano nos encontraremos con “nuestro otro yo” en otro cuerpo.

Finalmente, amiga mía, tal vez aún no te haya ayudado en nada, porque estas son sólo algunas de las teorías, dejo que elijas la que más te convenga, por supuesto, pero como guinda final déjame que te comparta un gran pensamiento; haz caso a tus valores, a ti misma y a lo que te conviene, espera sin desesperar y hazle caso a tu corazón que siempre sabe más de lo que pensamos, y si eso no te ayuda déjate guiar por las palabras de un hombre que te invita a sentirte completa por ti misma, sin necesidad de complementarte con nada ni con nadie que tú no elijas.»

“NOS HICIERON CREER QUE CADA UNO DE NOSOTROS ES LA MITAD DE UNA NARANJA, Y QUE LA VIDA SOLO TIENE SENTIDO CUANDO ENCONTRAMOS LA OTRA MITAD. NO NOS CONTARON QUE YA NACEMOS ENTEROS, QUE NADIE EN NUESTRA VIDA MERECE CARGAR EN LAS ESPALDAS LA RESPONSABILIDAD DE COMPLETAR LO QUE NOS FALTA.”
John Lennon (1940-1980)

6 comentarios en “«La retórica de la servilleta»

    1. Muchas gracias Ana. Creo que todos en muchos momentos del día, divagamos sobre cosas o instantes que vivimos, unas cosas nos derivan a otras, a veces es inspiración y otras una cotidiana reflexión, pero todas ocupan parte de nuestra mente, no hay nada mágico en plasmarlo, todos podemos hacerlo, lo maravilloso son los recovecos del pensamiento, dónde nos lleva a unos o a otros, esos rincones infinitos del ser humano: cajones mentales que, como decía Dalí, nos convierten en quienes somos…
      GRACIAS A TI.

  1. Quién no ha escrito en una servilleta de papel mientras tomaba un café?? Un frágil pensamiento, un deseo, una simple nota o por qué no una súplica… Todo tiene cabida en ese minúsculo y endeble pliego de papel…..incluso el aliciente para que surjan unas impresionantes palabras como son las tuyas. Me ha gustado mucho.

  2. Desde luego con lectores así, una se siente más que abrumada. Gracias. Tus palabras sí son un premio para mis pensamientos, es más es la forma con la que cobran sentido. Eres un gran aliciente para seguir implementando mis percepciones sobre este papel que es mi blog.
    ¡¡GRACIAS!!

    1. Me gusta tu forma de pensar: positiva, optimista… Creo que el mundo necesita más mentalidades así. Con respecto a mi post, es otra forma de ver las cosas, también se podría escribir sobre eso: sobre lo que nos damos y lo que esperamos de lo que nos regalan o un sinfín de temas así…jaja ¡gracias por INSPIRARME y por leerme!

Cuéntame qué te ha parecido, te responderé encantada. ¡Deja aquí tu comentario!

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